LA LEY DEL KARMA



La ley del karma o ley de causa, es una ley universal poderosa y que se basa en la idea que nuestro destino es responsabilidad únicamente nuestra ya que se basa en nuestras acciones y pensamientos. De esta manera, si hacemos daño a los demás, recibiremos daño en la misma intensidad y si nuestras acciones y pensamientos están repletos de amor hacia nosotros y hacia los demás, este amor que hemos dado nos retornará.

Fijaros que hablamos de acciones pero también de pensamientos, que es otra forma de energía. Por lo tanto, de la misma manera, si tenemos pensamientos negativos recibiremos negatividad y si tenemos pensamientos positivos, recibiremos cosas positivas. Muchas veces nos pasa que si estamos convencidos que no vamos a superar una situación, no la superaremos pero si nos autoconvencemos que somos capaces, lo conseguimos.

La ley del karma no se enmarca estrictamente en las acciones y pensamientos que tenemos en esta vida sino que se engloba dentro del ciclo de reencarnaciones. Somos nosotros quienes, antes de nuestros nacimientos, decidimos qué vida tendremos en función de los aspectos que queremos trabajar de nuestra espiritualidad.

Al nacer, perdemos este conocimiento previo sobre nuestra misión original y intentamos consciente o inconscientemente, asumir las consecuencias (buenas o malas) de nuestras vidas pasadas. Y a la vez, con nuestras acciones en esta vida condicionaremos nuestras vidas futuras.

Nuestro objetivo en esta vida es suprimir el karma negativo de manera que quedemos en paz con el Universo. Debemos saldar nuestras deudas kármicas y por eso debemos de estar atentos a las lecciones que nos da el Universo en la vida actual donde vivimos. Si nos fijamos en como somos, como vivimos, como nos relacionamos con la naturaleza, las personas que nos rodean, el mundo, qué problemas nos surgen… seremos capaces de analizar lo que debemos potenciar y mejorar el camino que debemos seguir. Aprenderemos la lección que nos da el Universo y evolucionaremos.

En conclusión y a efectos prácticos, la ley del karma nos dice que debemos, por una parte, aprovechar las calidades innatas que hemos adquirido en vidas anteriores y por otra parte, descubrir los problemas que vienen de nuestras vidas pasadas. A partir de aquí, debemos trabajar de forma consciente y superarlos en esta vida a través del amor incondicional. Este es el paso para evolucionar vida tras vida.





El karma siempre estará ahí y siempre nos influirá, aunque seamos sabios o grandes maestros. Esta es la esencia del karma, es la esencia de nuestro universo. La solución no pasa por escapar de él sino por comprenderlo y convertirlo en nuestro gran aliado.

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