TERAPIAS: HOMEOPATIA
La homeopatía es un método suave pero efectivo de tratar muchas afecciones y dolencias. Es de naturaleza holística, lo que significa que, al decidir el tratamiento, se tiene en cuenta a la persona en conjunto , tanto como a la enfermedad o el problema específico. Los medicamentos o remedios que se utilizan en homeopatía consisten en pequeñas dosis de sustancias naturales.
Si consideramos la salud como un estado de bienestar mental y físico, la enfermedad sería el estado opuesto. La homeopatía se basa en la idea de que todos tenemos una capacidad interior para vencer la enfermedad. La energía o vitalidad que todos llevamos dentro nos permite crecer, reparar los tejidos dañados, responder a la presión que nos rodea y, en definitiva, vivir con una sensación de bienestar. Cuando nos sucede algo que nos provoca un estrés superior al habitual, empezamos a generar síntomas, que no son otra cosa que la expresión de nuestra enfermedad. Si se aplica el remedio homeopático adecuado, se estimula esta energía curativa natural, y el cuerpo puede recuperar de nuevo el equilibrio y liberarse de los síntomas que limitan su correcto y normal funcionamiento.
Los
remedios homeopáticos permiten al organismo curarse por sí mismo, protegiéndolo
de los efectos nocivos que comporta la utilización de medicamentos
convencionales. Asimismo, su aplicación presenta ventajas a largo plazo, puesto
que aumenta el nivel general de salud del individuo, reduciendo las probabilidades
de contraer enfermedades en el futuro.

Aunque ésta técnica ya se
usaba desde tiempos de Hipócrates, fue Samuel Hahnemann, quien, a finales del
siglo XVIII, puso a punto la preparación y manera de administrar estos
medicamentos.
En
el estado español, al igual que en el resto de países de la Unión Europea, los
productos homeopáticos son medicamentos regulados por el Ministerio de Sanidad
y Consumo: (Real Decreto 2.208/94, de 16 de noviembre de 1994, publicado en el
B.O.E. de 28 de noviembre de 1994)
¿Qué más debemos saber de la Homeopatía?
Absorción sublingual: Se deben dejar disolver los medicamentos homeópaticos debajo de la lengua. Esta zona enormente irrigada permite una entrada rápida al torrente sanguíneo del medicamento.
No
deben tocarse los medicamentos homeopáticos con las manos, con lo cual evitamos
que puedan deteriorarse.
La
menta es incompatible con el tratamiento homeopático: productos como el mentol
y ciertas esencias disminuyen o suprimen la acción de la homeopatía por su
efecto vasoconstrictor y porque compiten en la absorción.
Un
mismo medicamento puede tratar patologías diferentes.
Medicamentos
carentes de agresividad farmacológica, es decir: No presentan efectos
secundarios.
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