DANZA ORIENTAL

ORIGENES E HISTORIA - Bailada en una época de sacerdotisas, la
Danza Oriental es una de las danzas más antiguas del mundo que combina
elementos de diferentes países del Medio Oriente y Norte de África. Comenzó
utilizándose como danzas rituales que formaban parte de ceremonias de
adoración. Estos bailes estaban acompañados de cantos y percusión mediante las
cuales se ponían en trance. Esto les permitía entrar en contacto con la diosa y
que ésta les pasase su poder.
BENEFICIOS- Es una actividad en auge debido a que es una elegante
forma de expresión y creatividad. Potencia la autoestima y la feminidad ya que
combina movimientos suaves y ondulantes que favorecen la elegancia, la
sensualidad y la sensibilidad de quien la baila. Se puede practicar a cualquier
edad ya que no requiere peso, medidas o preparación física. Cada vez hay mas
hombres que aprenden danza oriental y ya hay muchos maestros que la enseñan. El
descubrimiento es tan sencillo como sentir la música. Lo importante es que
mediante el baile, el cuerpo habla un lenguaje que no se puede expresar con
palabras.
EN EL ASPECTO FISICO - La danza oriental nos da la oportunidad de
utilizar músculos que tal vez nunca antes habíamos utilizado o aprender a
concentrarnos en solo aquellos que necesitamos mientras relajamos el resto de
nuestro cuerpo. En esta danza trabaja todo el cuerpo y es disociado trabajando
movimientos suaves y ondulantes y otros con fuerza y energía. Los beneficios
físicos que se obtienen de esta práctica: tonifica y reafirma la musculatura,
corrige las malas posturas, beneficia el sistema digestivo y transito
intestinal, estimula la función de los órganos, mejora la circulación
sanguínea, aumenta la flexibilidad, beneficia la actividad sexual, desarrolla
la coordinación corporal y, al estimular los órganos internos de la mujer a
través de movimientos específicos de la región pélvica y respiración, disminuye
los cólicos menstruales.

EN EL ASPECTO PSIQUICO - En la practica de la danza se combinan
movimientos corporales dinámicos con otros más lentos, lo que origina un
equilibrio armonioso en el organismo a nivel sentimental. A partir de las
manifestaciones de expresión corporal entramos en contacto con nuestro propio
cuerpo y ello produce un desbloqueo psicológico que despierta el amor propio.
Los beneficios psíquicos de la danza oriental: desbloquea tensiones y
emociones, refuerza la confianza, conduce hacia la autoafirmación, aumenta el
poder de concentración, levanta el ánimo, relaja, reduce el estrés y la
ansiedad, ayuda a descubrir la esencia de uno mismo y conecta con los centros
energéticos del cuerpo.

